GANADORA DEL SORTEO DE UN MASSTER PLUS

Por fin ya tenemos ganadora del sorteo : Cristina Tapia

Esta es la historia que nos contó :

“Yo era una chica feliz, no demasiado llamativa, pero aun así con una figura aceptable. Todo iba bien hasta que en cosa de un año mis glúteos y muslos empezaron a dejar de ser lo que eran… cometí el error de no darle demasiada importancia y continué con mi vida sedentaria, sentada frente a mi ordenador durante largas horas (gajes del oficio, supongo). No acostumbraba a mirarme demasiado al espejo, con lo que, al cabo de bastante tiempo tras la primera aparición del que iba a ser mi futuro gran enemigo, me llevé un gran susto al comprobar que esa extraña masa se iba apoderando de mis piernas. Jamás me había preocupado demasiado el aspecto físico (está bien, salvo cuando era una estudiante de secundaria con problemas de acné, gafas y aparatos), pero en aquel momento una terrible sensación de inseguridad y de vergüenza hacia mí misma me invadió. Había perdido toda mi femineidad… ¡mis rodillas se estaban convirtiendo en magdalenas! Y esas magdalenas estaban completamente fuera de mi control.

Llegaron las noches a oscuras y las faldas largas, así como una notable disminución en el uso de la ropa de baño… llegué a convertirme en una especie de vampiro que trataba a toda costa que su carne no llegase a ver la luz. Si con 21 años ya tenía esos hoyuelos… ¿cómo sería la situación en unos años más? Fue entonces cuando decidí no dejarme arrastrar por el derrotismo y le planté cara al asunto… ¡llegó la hora de declarar la guerra y recuperar mis piernas de antaño! En definitiva, empezó el contraataque, atiborrándome de litros y litros de agua (visitando el lavabo cada diez minutos…) y disminuyendo las comidas, tanto que mi cuerpo dijo basta. Ahora era una debilucha celulítica; la
estupidez me había conducido a mi primera derrota… pero la guerra continuó, comiendo bien, gastando dinero en cremas y ¡comprando una bicicleta estática! Lo cierto es que circular por la ciudad con bicicleta siempre me dio un poco de reparo. Empecé a explotar un cuerpo que llevaba años fuera de servicio con ejercicios intensivos; largas fueron las horas de agujetas…

A día de hoy, mi enemigo y yo seguimos enzarzados en una batalla que parece no tener fin; yo a la espera de poder disfrutar de noches con la luz encendida sin tener que acomplejarme (pobre de mi pareja…); él a la espera de seguir invadiendo mi cuerpo… necesito un aliado que se una a mis tropas de cremas, masajes, hidroterapias y agua… Masster Plus… ¡ven a mí!”

Seguro que a más de una le sonará familiar la historia…

Cristina ¡felicidades! por fin podrás plantarle cara a la celulitis con el Masster Plus!

Enciende la luz y despídete de los complejos, ¡ya nos contarás tu experiencia!

Información extraída del blog: http://www.eliminarcelulitis.com

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